¿Quién no se ha comprado unos zapatos
de número mayor? O ¿a quién no se le han quedado grandes unos zapatos? La curiosidad que les traigo sirve
tanto para zapatos femeninos como zapatos masculinos. Y es la de poder
encogerlos para usarlos con mayor comodidad para nosotros y nuestros pies.
He podido leer en varios artículos que dependiendo del
material de fabricación se emplean unos métodos u otros, siendo de esta forma más
eficaces. Lo que sí me ha quedado claro con la lectura es que nunca se han de
introducir los zapatos de cuero en la
secadora… si no quieres quedarte sin ellos.
Uno de los métodos es si son de lona, mojarlos por completo,
¡sin pasarse! No es necesario que vayan goteando de camino a la secadora, se
introducen en la secadora y de 5 a 10 minutos, más de 10… ¡adiós zapatos! Es fácil
y práctico.
Otra buena idea es la de emplear paños de algodón,
grandecitos si puede ser. Se mojan completos, mientras más fría este el agua
mejor que mejor, a poder ser casi congelar los paños. Una vez estén listos se
moldean para introducirlos en los zapatos,
sin forzar la acción, despacio y con talento. Una vez se note el material
impregnado se sacan los paños y se dejan secar los zapatos.
Si se desea acelerar el proceso se emplea el secador de pelo y ¡voilà! una talla
menos en los zapatos deseados.
Estos métodos evitan la utilización de calcetines,
plantillas o cualquier otra idea que se nos pase por la cabeza para pasear con
ellos sin sufrir las malas consecuencias.
Sigue leyendo más consejos para encoger zapatos en otros tejidos: Encoger Zapatos.
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